Cómo calcular el pH: Guía paso a paso

La concentración de la solución y la solución dan como resultado proporciones pequeñísimas que son incómodas de conducir, con lo que la manera mucho más rápida y práctica de medir la acidez y basicidad de una solución es emplear el término de pH.

Por definición, el pH de una solución es el logaritmo negativo de una expresión numérica de la concentración molar de iones. Por consiguiente, una disolución aguada vale:

¿Qué sucede si el ácido o la base no son enclenques?

Al comienzo de la analogía hice hincapié en utilizar un ácido enclenque como un ejemplo, y esto se origina por que los ácidos fuertes (o bases fuertes) tienden a preservar su estado tras la reacción. Por servirnos de un ejemplo, el HCl es un ácido fuerte pues, aun tras perder su protón, todavía es una base mucho más enclenque que el H2O, con lo que a priori no tenderá a regresar a su estado protonado. De este modo tenemos la posibilidad de determinar un ácido fuerte (o base fuerte) como aquella substancia que no tiende a conformar pares ácido-base con el agua, o que tiende a mantenerse en estado iónico.

Más allá de que la teoría previo resolvía la mayor parte de los inconvenientes ocasionados ​​por los inconvenientes de Arrhenius, aún quedaban otras 2 restricciones. Si bien esta teoría cubría prácticamente todas las bases, hay moléculas que no tienen protones y actúan experimentalmente como ácidos (SO3, SO2, CO2, BF3 o cationes metálicos); y, las reacciones tienen la posibilidad de acontecer en un ámbito no acuoso, y aún en presencia de un accionar ácido-base.

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