Plantas diarias: ¿cuáles necesitan riego constante?
El riego es el aporte de agua a las plantas a fin de que contengan su hidratación y logren efectuar apropiadamente sus procesos vitales.
Mira el suelo, no solo las hojas
Al comprobar el suelo, puedes entender si la planta precisa agua al tocar el suelo y ver las hojas. Póngase en contacto con el suelo en el fondo de la cazuela. Si está seco, puedes regarlo. Si está húmedo y blando, no añada agua. Si andas en algún punto intermedio, no precisas agua.
Mira las hojas para poder ver si están mustias o caídas. Son señales de que la planta precisa agua. Si las hojas se muestran refulgentes y verdes, la planta no requiere agua.
Consejos sobre el riego en las distintas estaciones del año
– Primavera. A fines de invierno es conveniente regresar a regar las plantas con suavidad, pero de manera mesurada para no encharcarlas.
Además de esto, la primavera es la temporada donde indudablemente hay que acrecentar la continuidad de los riegos, que comunmente van a ser un par de veces a la semana. Es conveniente preguntar los requisitos de cada ejemplar en su ficha de planta.
¿Qué sucede si no riego bien mis plantas?
Tienes que regar tus plantas pues sin el agua precisa, las plantas van a dejar de medrar, tampoco florecerán o, lo que es peor, van a morir. Y al reves: si riegas en demasía, las raíces de las plantas se hunden pues el agua amontonada les impide absorber oxígeno y nutrientes por medio de las raíces.
Como ves, el agua es un aspecto clave para sostener las plantas y la vegetación en buen estado, verde y espesa. Orquídeas, rosas, aromatizadas o indisculpables, cada clase precisa un género de agua y con una continuidad diferente.
Agua en las proporciones correctas
¡Escapemos de la iniciativa de que las crecidas de agua siempre y en todo momento son mejores pues solamente lejos de la verdad! La verdad es que cada planta tiene sus pretensiones de agua, conque deberemos ser coherentes con eso. Eso sí: ten presente que se está absorbiendo agua, con lo que va a haber que aguardar un tanto a que esto ocurra para regresar a regar. En la situacion del césped, hay que eludir el riego puesto que este agua no hace mucho más que sacarle el aire a las raíces (y, por consiguiente, lograr que no logren respirar sin oxígeno).
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