Profundidad del pez linterna: ¿cuánto vive en las profundidades?

La luz. La luz nos alumbra, nos excita, nos hace sonreír, nos acompaña y, lo más esencial, vuelve posible la vida en nuestro mundo. La mayor parte de los ecosistemas terrestres dependen de forma directa de la energía radiante para su avance. Y, de ahí que, puede ser bien difícil comprender que hay vida sin luz. Pero si pensamos en el océano, si pensamos en bucear muy profundo, ¿qué piensas que está al cargo del cuerpo de agua mucho más grande de todo el mundo? Obscuridad. Los rayos de luz, en sus distintas longitudes de onda, alcanzan una hondura máxima de unos doscientos metros en el océano. Desde ahí, no se tienen la posibilidad de hacer procesos básicos como la fotosíntesis (que es dependiente completamente de la luz) y los organismos viven en la penumbra. Por el hecho de que sí, asimismo hay un planeta al que no llegan los fotones del sol. No obstante, la gente vivimos de otro modo: en el momento en que la luz y el color pierden visibilidad, observamos animales que perdieron o achicado sus órganos de visión, falta de pigmentación, empleo de la ecolocalización… Si bien este género de adaptaciones son muy rebosantes, no están lejos de habituales zonas mesopelágicas (entre 200 y 1000 metros de hondura, donde llega menos del 1% de la energía luminosa). Muchos son los animales, en un ambiente tan hostil como las profundidades del océano, que se muestran como única herramienta para estar comunicado con sus semejantes, como mecanismo de caza o aun para camuflarse en el momento en que a priori semeja insignificante llevarlo a cabo. En el océano, conforme incrementa la hondura, la luz reduce. A su paso por la columna de agua, se descompone en distintas colores que, según su longitud de onda, alcanzan una mayor o menor hondura. Por consiguiente, el color colorado (con la longitud de onda mucho más extendida) es el que desaparece primero, y el azul (con la longitud de onda mucho más corta) es el que viaja a las ubicaciones mucho más profundas. Varios de los pequeños organismos que viven a lo largo y ancho de nuestros océanos (zooplancton) usan esta propiedad básica de la luz. Varios organismos como crustáceos, cefalópodos, cnidarios o sifonóforos han conseguido un color rojizo para eludir ser notados por los predadores (Figura 1, Mastigopsis hjortii). Ya que el colorado es el primer color que se pierde conforme se gana hondura, es lógico que sea el preferido de esos organismos que eligen no ser vistos. ¿No te viene a la cabeza un carabinero o una gamba? Es un excelente ejemplo de un organismo que quiere mantenerse bien escondido en un ecosistema iluminado por una luz azul despacio. Prácticamente toda la luz roja se absorbe en los primeros diez metros. Esto quiere decir que los organismos colorados como los carabineros se vuelven invisibles a mayor hondura, en tanto que no hay luz roja que los ilumine. Por consiguiente, en dependencia de las pretensiones de un organismo y la hondura donde vive, recibe una coloración o impide otra coloración. Algunos organismos marinos no solo consiguen un cierto patrón de color, sino asimismo tienen la posibilidad de generar luz (bioluminiscencia). Exactamente la misma las luciérnagas en tierra, que emplean la luz para estar comunicado entre sí, ciertas criaturas del océano desarrollan luz para distintas propósitos. La comunicación es una de ellas. Ha de ser bien difícil localizar a tu vecino en un ambiente tan enorme y obscuro, con lo que varios peces de aguas profundas, como los peces linterna de la familia Myctophidae, dependen de la bioluminiscencia para estar comunicado. Estos peces tienen órganos que generan luz verde (fotóforos) organizados a los lados de su cuerpo y su predisposición es característica de cada clase (Figura 2). El patrón de iluminación producido es muy diverso y su interpretación, el secreto de todo el mundo. Las composiciones asimismo tienden a ser leves. Hay organismos de presa que emiten luces de tres colores distintas, cada uno de ellos con una función diferente. El pez serpiente (género Chauliodus, Figura 3) tiene la aptitud de producir luz roja, verde y azul. Recordamos que la luz roja es la que desaparece en el primer metro del océano y es el color que mucho más acostumbran a tomar los organismos de aguas profundas que pasan inadvertidos. El pez serpiente emite una luz roja para lograr que todos esos organismos sean colorados y también invisibles a los ojos de otros cazadores. Y sucede que el pez serpiente es un pez carnívoro, un depredador de las profundidades del océano. Los fotóforos de color colorado se sitúan bajo los ojos (Figura 3, punto de color azulado), actuando como pequeñas balizas de detección para aquellas presas que ingresan al haz de detección. Su intensidad no le deja alumbrar enormes áreas, con lo que para hacer su técnica de caza emplea una segunda luz que atrae a las probables presas cerca de su radio de acción. Como el color verde es extensamente empleado entre los organismos marinos de aguas profundas para estar comunicado, este es el color empleado por los predadores para atraer presas.El dragón (Stomias boa) tiene un órgano un tanto mucho más creado para atraer presas potenciales, Figura 4) que cuelga del por la parte de abajo de su boca emite una luz verde, pero en un caso así con 2 propósitos muy dispares: a) captar las hembras de su clase y b) como señuelo para captar sus presas. Además de esto, las escamas de su cuerpo tienen cristales de guanina (como en la situacion del pez linterna en la Figura 2 o la serpiente en la Figura 3) que actúan como espéculos para esparcir la luz que influye sobre ellos (Figura 5). Posiblemente hayas visto la película Intentando encontrar a Nemo y recuerdes una escena donde Dory y Marlin se adentran en las profundidades en pos de una máscara de buceo. Aquí, en la mitad de la obscuridad, se ve una atractiva luz verde. Los 2 peces rápidamente se atraen por ella y la prosiguen. ¿Recuerdas de dónde vino? Sí, era una extensión del pez real (Figura 3), que tiene una espina dorsal cambiada que se dobla en frente de su cabeza, justo sobre su alarmante mandíbula. Esta escena de la película ilustra con perfección el papel de las emisiones de luz de estos predadores. Mediante él alcanzan que sus extrañas presas se aproximen y, si estas asimismo son rojas, brillarán en la obscuridad en tanto que son alumbradas con una luz roja. Además de esto, estos cazadores tienen que asegurarse de pasar totalmente inadvertidos. Para esto, aparte de las luces roja y verde, emiten una luz azul con un tercer juego de fotóforos situados en su parte ventral (Figuras 3, 4 y 5 en amarillo). Estos afirman que se queden invisibles para los predadores que están debajo, en pos de su presa recortada contra la luz azul opaca que procede de la área. Este fenómeno se llama «contrailuminación» y deja a los animales mesopelágicos camuflarse en frente de los predadores, en tanto que en el momento en que se dan a conocer a la fila ventral de luces azules se intercalan con la mácula azul a esa hondura y sus siluetas desaparecen frente a los ojos que avizoran en la mayor parte obscuridad total. . Muchos son los organismos que viven en zonas del mundo donde la luz no llega, pero esto no ya no es esencial y preciso. Los animales como los peces o los peces dragón dependen de la bioluminiscencia para mentir a sus presas y otros predadores potenciales no tienen la posibilidad de observarlos. Y otros, como los peces linterna, lo usan para estar comunicado entre ellos y no confundirse, por servirnos de un ejemplo, al mandar una carta de amor. Aún quedan muchas especies por conocer y muchas adaptaciones por entender en lo mucho más profundo del océano. En el momento en que varios suponen que la vida es realmente difícil, siempre y en todo momento se abre sendero de manera prudente pero eficiente.tixag_7) Si bien viven en las profundidades, este pez influye en la gente. Es muy habitual en platos de muchas zonas de todo el mundo por su exquisito gusto. Puede detenerse por los efectos del fenómeno de El Niño. Es esta variación en la temperatura del agua lo que provoca que las linternas se apaguen y floten hacia la área.

Índice
  1. La curiosidad del pez linterna
  2. En relación al pez linterna (Centrophryne spinulosa)
  3. Región Abisal

La curiosidad del pez linterna

Pese a vivir en las profundidades, la multitud daña a este pez. Es muy frecuente en platos de muchas zonas del mundo por su delicioso gusto. Puede quedar atrapado por los efectos del fenómeno El Pequeño. Es una variación en la temperatura del agua lo que provoca que los peces linterna mueran y naden hacia la área.

En relación al pez linterna (Centrophryne spinulosa)

El pez linterna es una criatura impresionante, entre los peces mucho más singulares y también atrayentes, y entre los animales mucho más sorprendentes de todo el mundo. Esta clase marina se ve muy distinta y única, con especificaciones extrañas y particulares.

El nombre procede de su órgano de adelante que se semeja a una lámpara oa una linterna radiante. Esta increíble clase usa esta herramienta para poder ver las fosas de agua mucho más profundas donde la luz del sol no llega, gracias a su larga distancia de la área.

Región Abisal

Los peces del fondo del mar tienen características distintas por el hecho de que precisan acostumbrarse a las novedosas características del ambiente. Entre ellos están la carencia de luz del sol, la alta presión atmosférica, la carencia de plantas marinas como las algas, etcétera. Por todas y cada una estas condiciones mucho más perjudiciales las especies que viven en estas profundidades tienden a desarrollar órganos que les dejan amoldarse mejor y poder subsistir.

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